Acostumbre a su hijo/a a que, al finalizar el tiempo de estudio, revise su material escolar y ordene su mochila para asegurarse de que le entrega las notas de los profesores, los exámenes, y no olvida el material para el día siguiente. El tiempo de estudio deberá respetarse sin interferir con otro tipo de encargos que puedan surgir. Dando ejemplo de interés por la cultura: a través de la lectura, biblioteca familiar, prensa, conversaciones, etc... Mantener una estrecha colaboración con los profesores: se debe caminar en la misma dirección y buscar una colaboración mutua. Animar al estudio sin sermonear: es necesario valorar la dedicación al estudio y el esfuerzo más que los resultados, resaltando los pequeños progresos. La adolescencia será una etapa especialmente difícil, en la que los “sermones” pueden ser contraproducentes y el mostrar apoyo y acompañamiento será más eficaz. Seguir diariamente el hábito de estudio de nuestros hijos/as pero sin agobiar: hay que interesarse por qué exámenes tienen, qué dificultades encuentran, cuál es su disposición ante cada materia… Hay que guardar un equilibrio en dicho seguimiento e ir otorgando mayor autonomía y responsabilidad conforme ellos vayan creciendo.
En segundo lugar, se puede orientar a los hijos/as en el manejo de Técnicas de Estudio: Una técnica de estudio es una herramienta para facilitar el estudio y mejorar los logros. Se trata de estrategias y procedimientos de carácter cognitivo y metacognitivo que se aprenden y desarrollan a través de la práctica.
Después de haber leído alguna de las recomendaciones que os damos para mejorar las técnicas de estudio, os aconsejamos visitar el siguiente enlace en donde se pueden encontrar una amplia información sobre el estudio: consejos, técnicas de estudio, cómo hacer resúmenes, esquemas, subrayado, etc.
¡Esperamos que os sea de gran ayuda!
No hay comentarios:
Publicar un comentario